pp

pp
20042012

domingo, 16 de diciembre de 2012

Noche especial...

El aire de cara, el frío acariciando cada pedacito de mi piel, tu conduciendo y yo me sentía en las nubes como si flotara, como si esos diez minutos de trayecto fueran algo más que un simple paseo en moto. Sentados en una esquina, o en el bordillo de una tienda cogidos de la mano, suspirando y queriendo decir cosas que no podremos decirnos nunca, me apoyaba en ti, te sentía ahí conmigo, hubiera deseado que el tiempo se parase, que cada milimetro de mi piel fuera congelado por el tiempo, y quedarme así solo así por el resto del tiempo. A veces las cosas no son fáciles, nuestras manos entrelazadas se soltaron, tu te levantase y yo me fui detrás de ti, esperando un simple gesto o una simple palabra que me diera a entender que tu sentías lo mismo cuando estabas allí conmigo, que sentías esa tranquilidad y los nervios al mismo tiempo. Las cosas no funcionan así, yo solo soy una parte de la nada en tu vida, alguien que llegó a ti de imprevisto que te hizo en varias ocasiones no estar pendiente de tu novia, esa con la que te reias en clase, con la que compartías tus mas sinceros secretos o por decirlo de alguna manera, solo soy esa amiga que aun que le duela a vas a tener a tu lado para o que sea, aun que ahora no quiera ni verte.

sábado, 8 de diciembre de 2012

cheque al portamor.

Me siento extraña, estúpida tal vez. No esperaba esto de mi misma, me siento sucia, quizás ha sido lo mejor que he echo, abrir la boca y cagarla con todos pero quedarme de algún modo mas tranquila, aun que  no se tal vez hubiera sido mejor mantenerme al margen, sin decir nada, por que no puedo hacerle feliz, no podré quererlo como se merece, el esta bien y con eso ya me basta, lo siento, lo siento muchísimo, yo no quería... pero lo dije, y me siento vacía, cruel y gilipoyas, con la boca cerrada no entran moscas me decían... no pasa nada, a enfrentar lo que venga, si es que viene algo más para joderme,

domingo, 2 de diciembre de 2012

l`´`´``´l

Supongo que nunca te arrepentirás de nada de lo que has echo, pero no se, por que pienso que en algún rincón de tu estrecha cabeza cabe la posibilidad de arrepentimiento, y que algún día vendrás y me dirás lo siento, siento mucho todo el daño que te hice. Pero no, no lo harás ni yo sabré que pasó por tu cabeza la última noche que nos vimos, cuando salí pitando de tu casa y tu te quedaste sin saber que hacer ni decir, pero luego lo volviste a estropear todo. Este es el cuento de nunca acabar, pero yo no seré mas tu princesa.