Ella...

Caprichosa, y feliz como siempre. Se sienta en un banco esperando una llamada, un mensaje o una nube que describa lo que ella querría ahora. Suena el teléfono, con una sonrisa en la cara se lo saca del bolsillo. Desconocido, entonces piensa, quién querrá llamarme en desconocido? susurra un no... y cuelga. Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin   vuelve a sonar. Desconocido, entonces se queda mirando la pantalla y lo coge.
-Si?
-Detrás tuya...
Inquieta se gira, y ante el asombro le cae el móvil al suelo.
-Señorita Laura?
-Si?
-Me puede firmar aquí?
-Emm si, pero de parte de quién?
- Entre las rosas rojas hay una carta...
Ella firma, le da las gracias y recoge la carta. "Perdona si te llamo amor..." Entonces entiende, que su móvil no articulará sonido alguno, tenía ante sus ojos la descripción más bonita y a la vez triste de un amor que se marchó. Atontada mira a su alrededor esperando a que alguien saliera de su escondite y al fin poder salir de dudas. Entonces coge el móvil. Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin. Desconocido. Inquieta lo coge.
-Si?
- Sólo me queda decirte... A tres metros sobre el cielo....
Y cuelga. Sus ojos comienzan a prevenir tormenta, eso que el chico del tiempo había dicho que hoy sería un día bonito con mucho sol. No le salían las palabras, sus manos temblaban, y entre tanto, se le cayeron las rosas. Quedaron esparcidas por el suelo, formando algo parecido a un corazón. Envuelta en lágrimas sonríe, y piensa "hazme tuya para siempre."

Perdona si..

Su sonrisa se perdía entre la gente, mientras yo, me alejaba con la cara hinchada y los ojos rojos. A cada caída, su imagen se borraba de mi mente, luego volvía, y permanecía ahí durante horas. Es como la nicotina, por mucho que no le vea, sigue fluyendo en mi sangre.. sigo enganchada a el. Sigo detrás de su imagen, su sonrisa, su euforia, su ser... Se va... continúa su camino, lejos de mi, de mi vida. No puedo decirle que no, que pare, por que su elección es esta, este es su camino y aunque duela, aunque llore, la vida sigue.