Nunca me di esperanzas, pero tampoco me las quitó.

Presiento que va a ser una noche muy larga, con una tacita de café en el cuerpo, una coca-cola y unas ganas de terminar ya que no son ni normales, me lo he planteado sabes? al menos he sido capaz de hacerme un planteamiento filosófico, comenzando por un hasta luego y terminando por un, encantada de haber compartido noches de magia bajo las sábanas de tu cama, esa cama que en las noches de invierno tan bien nos arropaba y nos permitía ser felices bajo ella por unos cuantos minutos, ¿Cuántas veces me habré quedado allí encima de ese colchón tan blandito mirando fijamente el techo mientras me preguntaba que coño estaba haciendo con mi vida?, pero no más, no me lo preguntaré ni una vez más, ya que quizás fue la puta duda la que me llevó a tantos errores, lo fantástico es que continuaba creyendo que yo era la única en tu puta vida, la única por la que te despertabas contento cada mañana, pero no, más bien el buen sabio dijo una vez que los cuentos de hadas no existen y que a veces nos toca pagar con creces los errores cometidos en el pasado, por eso una vez más yo soy totalmente consciente de que mi karma se encargó de devolverme todo el daño que causé antes o incluso en los momentos que estaba junto a ti. Y corrigiendo mis faltas, me he dado cuenta que no hay mentira más cruel y tonta, que decir esto va a ser para siempre, por que ni el mejor cuento acaba con un final feliz.